Emotivo, sincero, trascendental..., éstos son algunos de los elogios que ha recibido el discurso pronunciado el pasado 21 de octubre por el músico y poeta canadiense Leonard Cohen en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2011, celebrada en el Teatro Campoamor de la ciudad de Oviedo y con el que provocó una de las ovaciones más entrañables en la larga historia de los premios.