Yo, Arminda




Fui hija de Guayasén Semidán el Bueno y, por tanto, la verdadera heredera del trono de mi padre a su muerte. Mi corta edad y soltería, me obligaron a ver cómo mi tío Thenesor ocupaba el guanartemato en mi lugar. Tomada Gáldar y apresado el Guanarteme, fui llevada como símbolo con las tropas de canarios alzados, donde los más belicosos querían casarme con Bentejuí, un ambicioso guayre de Telde que vería así legitimado su liderazgo militar. Tras las últimas batallas de la cumbre, me entregaron al conquistador Pedro de Vera, quien encargó a su lugarteniente Francisco de Mayorga mi educación . Esta ceremonia de entrega de la soberana que no llegó a reinar, fue el principal alto protocolario de la rendición final de los canarios alzados, un 28 de Abril de 1483. A partir de entonces, San Pedro de Verona es el mártir protector de Gran Canaria y su día el día oficial de la isla. Finalmente, fui bautizada como Catalina Guanarteme o Catalina Fernández y, llegado el tiempo, me casaría hasta en tres ocasiones, residiendo en Gáldar la mayor parte de mi vida.